Me llamo Rocío y soy una enferma mental. Esa es la etiqueta que me persigue
desde hace un tiempo. Justo los dos años desde que me diagnosticaron depresión, ansiedad y comenzaron a aparecer las ideas de suicidio.
Esta es la presentación que me sale hacer ante una sociedad que silencia un problema tan importante como es el de la salud mental. Cuando me propusieron hacer un artículo para publicar en el Día Mundial de la Salud Mental no lo dudé ni un instante. ¿Por qué es tan importante para mí hablar de este tema? Porque de lo que no se habla, no existe, lo que no existe no lo podemos abordar y por tanto, si no lo abordamos, no podemos darle solución. Por ello, hoy, pongo mi granito de arena para visibilizar este tema tabú.
¿Cómo es posible que algo tan importante se mantenga en los lodos de una sociedad que cada vez más necesita atención precisamente en este tema? ¿Cómo es posible que no se aborde una tragedia que se lleva por delante la vida de 11 personas al día y donde 200 personas diariamente lo intentan? ¿Cómo no voy a ver importante hablar de este tema y naturalizar algo que está a nuestro lado diariamente y los afectados no pueden ser atendidos como es debido? Hace falta salir a la calle. Hace falta pedir recursos y servicios en Salud mental donde se pueda dar una atención temprana, sostenible y de calidad. Donde no nos sintamos solos. Donde no tengamos miedo a hablar y no nos sintamos juzgados cuando lo hagamos. Donde no hagan falta presentaciones con una etiqueta como la que yo he hecho. Al igual que “Juan” no se presenta como un diabético o “Rosa” como una hipertensa. Son enfermedades igualmente, con la diferencia de que estas dos últimas se han normalizado, porque se ha hablado, se han hecho campañas de salud, se han tratado y en muchas ocasiones, prevenido. Esa es la enorme diferencia. Vamos a hablar. Nos afecta a todos y es responsabilidad de todos naturalizar un problema con rostro, con nombre y apellidos. Hoy pongo voz, o mejor dicho letras, a un problema que puedes ayudarnos a abordar. Juntos podemos salvar vidas. Sueño con que algún día entre todos, consigamos que la enfermedad mental se convierta en salud mental de verdad.
ROCIO MONTERO
